Rollo de espinacas con salmón

Preparación

CÓMO PREPARAR UN ROLLO DE ESPINACAS CON SALMÓN:

1. Para empezar, rehogamos las espinacas en una sartén con aceite y sal durante unos 8 minutos. Las pasamos a un vaso de batidora y las trituramos. Separamos las claras de las yemas y mezclamos las espinacas con las yemas, sal y pimienta.
   

2. Por otro lado, batimos las claras a punto de nieve y le añadimos la mezcla de espinacas removiendo suavemente. Disponemos la masa de espinacas sobre una bandeja con papel de hornear.
   

3. Extendemos uniformemente la preparación sobre toda superficie y horneamos la masa durante 12 minutos a 180ºC. Cuando la masa se enfríe repartimos el queso crema y cubrimos con el salmón ahumado.
   

4. Enrollamos la masa hasta formar un rollo, cortamos en porciones y… ¡listo para disfrutar!
   

INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE NUTRICIÓN

Los rollos, tortitas, wraps o burritos, son una forma ideal para tener una comida rápida, que podamos incluso llevarnos para comer al aire libre, y sencilla de elaborar. Aquí os dejamos una idea diferente y muy sencilla, en la que también os proponemos hacer la base. En esta receta, sustituimos algún tipo de harina por espinacas, consiguiendo así tener una tortitas o rollos para rellenar con un menor aporte calórico, así como usar una verdura como las espinacas de una forma más atractiva. Tenemos proteínas de alto valor biológico tanto por el huevo cómo por el salmón, así como el queso de untar. A priori, es una receta apta para personas con celiaquía, pero siempre será mejor revisar las etiquetas para confirmar que ningún ingrediente pueda contener trazas de gluten. Podríamos usar harina de garbanzo y agua para sustituir el huevo, así como rellenar los rollos con humus y tofu marinado, para tener una receta vegana. Si queremos un sabor salado parecido al salmón, podemos envolver el tofu en alga nori.

Información adicional sobre el ingrediente destacado

En esta receta, destacamos a nivel nutricional al salmón. Este pescado azul, al ahumarlo, conseguimos un producto que se puede consumir tal cual, o incluso cocinarlo, pero sobre todo que permite mayor tiempo de conservación. También destaca el cambio de sabor, siendo más intenso y con ese toque que se consigue al ahumarlo. A nivel nutricional, es una fuente de proteínas de alto valor biológico, así como un aporte de grasas de buena calidad, vitaminas y minerales. Es uno de los pescados con contenido bajo en mercurio, por lo que no existen problemas en consumirlo de manera frecuente. Puede ser una opción ideal para esas dos o tres raciones de pescados azules recomendadas por semana, para aquellas personas que consumes pescados.