Marca la d¡ferenc!a
Cómo hacer boniato con salsa de queso fresco

La receta se añadió a favoritos

Mostrar favoritos

La receta se eliminó de favoritos

Mostrar favoritos

Ha ocurrido un error. Por favor, prueba de nuevo

Ingredientes

Para el boniato:

650 g g Batatas Batata
Aceite de oliva Virgen Extra Aceite de oliva Virgen Extra
30 g g Harina de maíz Harina de maíz
50 g g Queso manchego Queso manchego
50 g g Quesos Gran Reserva Queso Gran Reserva
Pimentón Pimentón
Ajo granulado Ajo granulado
Comino Comino
(en grano)
Orégano Orégano
(seco)

Para la salsa:

Sal Sal
60 g g Cebolletas Cebolleta
Albahaca fresca Albahaca fresca
100 g g Queso de untar Queso de untar
60 g g Mayonesa Mayonesa
Mostaza francesa Mostaza francesa
Pimienta Pimienta

Boniato con salsa de queso fresco

Esta receta te gustó

Esta receta no te gustó

Ocurrió un error. Por favor, prueba de nuevo

1:05 h
(667)

Paso a paso

CÓMO PREPARAR BONIATO CON SALSA DE QUESO FRESCO:

  1. Para el boniato: lo lavamos, cortamos en bastones y los disponemos en un bol amplio, rociamos de aceite, removemos y reservamos.
  2. En un bol aparte, juntamos la harina fina de maíz con el queso Manchego y el queso Gran Reserva rallados. Incorporamos el pimentón, el ajo, el comino, el orégano, la sal y mezclamos todo.
  3. Vertemos la mezcla sobre el boniato y volvemos a remover el conjunto.Extendemos los bastones de boniato sobre una bandeja con papel de hornear y horneamos durante 25 minutos a 190 ºC. Emplatamos.
  4. Para la salsa: picamos la cebolleta y la albahaca y las guardamos en un bol. Añadimos el queso fresco, la mayonesa, la mostaza y salpimentamos. Removemos hasta conseguir una salsa homogénea, acompañamos el boniato y… ¡a disfrutar!

INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE NUTRICIÓN:

Puede que esto cree controversia, pero había que decirlo: hay vida más allá de las patatas, tanto para hacerlas fritas como al horno. Un ejemplo es el uso del boniato, que nos permite sustituirlo por la patata en prácticamente todas las recetas que se nos ocurra.Este entrante, puede ser ideal para comidas familiares o con amigos, y nos permite jugar con los contrastes de sabores, ya que el boniato es algo más dulce que la patata, y encaja muy bien con los sabores de las especias e incluso con este ejemplo de salsa.No olvidemos, que, aunque tenga ese toque dulce, sigue siendo un tubérculo, por lo que también será una receta densa calóricamente hablando y proporciona básicamente hidratos de carbono. Puede ser un entrante a compartir, junto con una buena fuente de verduras, así como una ración de proteína de buena calidad como puede ser pescado, carnes o legumbres, por ejemplo.Ya que el boniato es una opción sin gluten, deberíamos revisar que el resto de ingredientes estén etiquetados sin gluten para tener una receta apta para celíacos. Si queremos tener una receta vegana, podríamos usar alguna opción de queso vegano, por ejemplo, a base de anacardos junto con una veganesa para sustituir en la receta de la salsa. También podemos usar únicamente un tofu sedoso junto con una mezcla de harina de garbanzo y agua, para tener la misma textura en la salsa sin utilizar ni mayonesa ni queso.

Información nutricional sobre el ingrediente destacado: El boniato o batata, también llamada patata dulce, es un tipo de tubérculo. Existen muchas variedades, la más conocida es el boniato de color naranja, aunque empieza a verse en nuestros supermercados la versión morada. Es un alimento muy versátil en la cocina, que nos permite usarlo tanto en guisos y horneado o al microondas. Al tener una textura más jugosa y un toque dulce en comparación a la patata, nos permite usarlo para cremas, bizcochos o elaboraciones parecidas. Esto nos puede venir muy bien para reducir el azúcar que añadimos a estas recetas, mejorándolas un poco.

Podemos usarla cocida y horneada, ya que es una buena opción saciante para alternar y no utilizar siempre pastas y cereales. A nivel nutricional, a parte de ser una fuente de hidratos de carbono, también aportan vitaminas como C y A, así como minerales cómo el magnesio, calcio y potasio. Destacar también que, si las hervimos o guisamos, y las dejamos enfriar, obtenemos un almidón resistente, que ayuda a nuestra microbiota y sirve como un prebiótico. Tras dejarlas enfriar, podemos calentarlas para consumirlas cuando queramos.

Información nutricional

Grasas35,25 g Carbohidratos49,41 g Proteínas10,71 g kCal558