Crema de mejillones al azafrán
Ingredientes
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- 250 g mejillones
- 1 ud cebolla
- 1 ud pimiento rojo
- 200 ml tomate frito
- 400 ml nata para cocinar
- 200 ml caldo de pescado
- 50 ml vino blanco (de mesa)
- azafrán
- sal
- pimienta blanca
- aceite de oliva virgen extra
- albahaca
Preparación
Colocamos los mejillones en una cazuela a fuego alto junto con el vino blanco. Tapamos y los dejamos cocinar unos minutos hasta que estén abiertos. Retiramos los mejillones del fuego, colamos y reservamos el líquido de cocción de la cazuela.
Picamos la cebolla y el pimiento y los rehogamos en la cazuela con un poco de aceite. Añadimos azafrán y salpimentamos. Pasados unos minutos, vertemos el caldo de pescado, el caldo de cocción de los mejillones y el tomate frito. Cocemos el conjunto durante unos 10 minutos.
Mientras tanto, retiramos la concha de la mitad de los mejillones, reservando el resto para decorar. Añadimos los mejillones sin concha a la cazuela junto con la nata y dejamos cocer 5 minutos más.
Retiramos del fuego y trituramos el conjunto hasta formar una crema suave. Servimos la crema en un cuenco, decoramos el plato con los mejillones con concha, un poco de albahaca y… ¡listo para disfrutar!
Las cremas son una de las opciones más frecuentes de usar verduras. En algunas versiones podemos añadir complementos, como en el salmorejo. Aquí tenemos una versión basada en el mar, con el mejillón como parte fundamental del plato.
Y esos mejillones son el aporte fundamental de proteínas, que también tiene grasas saludables como la nata y el aceite de oliva. Cabe recordar que, si una receta se cocina con alguna bebida alcohólica, no se recomienda que la consuman, menores ni mujeres embarazadas, ya que el alcohol no se evapora del todo.
Tenemos una receta apta para personas con celiaquía. Si queremos una receta vegana, podemos usar grasa de coco en lugar de nata y tofu envuelto en algas para sustituir a los mejillones.
El mejillón, es uno de los moluscos bivalvos más conocidos y consumidos en España. Podemos cocinarlos de muchas formas, aunque cocidos es la opción más conocida y rápida.
A nivel nutricional, aportan principalmente proteínas de alto valor biológico, con un aporte calórico bajo. Destaca por su aporte en vitamina E, B12, así como fósforo, selenio, yodo y, sobre todo, hierro.
Es un alimento que podemos consumir con frecuencia, sin que nos preocupe el ácido úrico, ya que este es más común en mariscos que en moluscos como el mejillón. También puede ser un entrante sencillo y más saludable que otras alternativas más comunes.