Marca la d¡ferenc!a
Moruna de sardinas

La receta se añadió a favoritos

Mostrar favoritos

La receta se eliminó de favoritos

Mostrar favoritos

Ha ocurrido un error. Por favor, prueba de nuevo

María Albero
María Albero
Experta en La Cocina de Lidl

Ingredientes

Para la moruna de sardinas

600 g g Sardinas Sardina
(Congeladas)
2 Dientes de ajo Diente de ajo
Aceite de oliva Virgen Extra Aceite de oliva Virgen Extra
1 Cebollas dulces Cebolla dulce
1 Pimientos verdes Pimiento verde
2 Tomates Tomate
(Pera)
Sal Sal
Pimienta Pimienta
(Negra)
Orégano Orégano
pimentón dulce pimentón dulce
100 ml ml Vino blanco Vino blanco

Moruna de sardinas

Esta receta te gustó

Esta receta no te gustó

Ocurrió un error. Por favor, prueba de nuevo

1:10 h
(187)

Paso a paso

Cómo preparar una moruna de sardinas

  1. Descongelamos las sardinas en un plato en la nevera, durante 12 horas aproximadamente. Las limpiamos retirándoles la cabeza, las tripas y la espina central, obteniendo dos lomos de cada sardina. Reservamos.
  2. Rehogamos los dientes de ajo en una olla con aceite de oliva. Cuando “bailen”, añadimos la cebolla y el pimiento verde cortados en brunoise. Removemos y agregamos los tomates en porciones
  3. Cocinamos el conjunto a fuego medio durante 5 minutos. Sazonamos e incorporamos la pimienta, el orégano, el pimentón y el vino de mesa. Volvemos a cocinar unos minutos hasta que el vino se evapore.
  4. Disponemos las sardinas con la piel hacia arriba, tapamos con una tapa y dejamos cocinar durante 4 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo, decoramos con un poco de orégano y… ¡a disfrutar!

Consejos para preparar una moruna de sardinas

  • Aconsejamos limpiar las sardinas bajo el agua, girando la cabeza hacia arriba para sacarla junto con las tripas, que irán unidas a esta. Las abrimos con cuidado con ayuda del dedo índice y quitamos la espina con las dos manos, cuidadosamente ya que podríamos llevarnos la carne al extraerla. Por último, cortamos por la mitad obteniendo dos lomos y perfilamos con un cuchillo.
  • Si deseamos una salsa más ligera, podemos añadir agua o caldo de pescado. Si, de lo contrario, deseamos una salsa más densa, podemos añadir un majado de miga de pan y/o frutos secos.
  • A la hora de incorporar las sardinas a la cazuela, hay que procurar poner la piel del pescado hacia arriba para evitar que se ablande con la humedad y el calor de la cocción.
  • El pescado cuando hacemos guisos, siempre lo tenemos que añadir al final porque este tipo de recetas necesitan bastante tiempo de cocción. De esta manera conseguimos que se cocine el tiempo justo y que tenga la textura idónea.
  • Tenemos que tener cuidado con el punto de cocción del pescado y dejarlo un poquito menos cocido de lo que realmente estamos buscando, ya que como el caldo se conserva caliente, el pescado se cocina con el calor residual.

Información adicional sobre nutrición

Verduras, sardinas y vino blanco. Con estos ingredientes, podemos tener un plato rápido, usando el vino para darle un toque final de sabor. Recordemos que el alcohol no se evapora del todo, por lo que deberíamos no añadirlo si van a comer niños o mujeres embarazadas.

En este plato, unimos una fuente de proteínas como son las sardinas, a una ración de verduras. Podríamos acompañar este plato de una ración mayor de verduras, por ejemplo, con una ensalada o gazpacho, ahora que llega el calor. Podemos tener un plato principal, o que sirva como entrante para una comida de picoteo. También podríamos completarlo y hacerlo más denso a nivel calórico, incluyendo una fuente de hidratos de carbono, por ejemplo, con una guarnición de patatas asadas, o acompañando con un pan tostado.

Podríamos usar unas tiras finas de tofu sedoso envuelto en alga nori para tener una textura y sabor parecidos a las sardinas, teniendo así una receta vegana.

Información sobre el ingrediente destacado: Existen diferentes tipos de sardinas, aunque la denominada sardina europea, es la más conocida. Es un tipo de pez está emparentado con las anchoas y arenques. Es uno de los clásicos en la gastronomía española, y no por una única receta, sino por que se usan de una gran variedad de formas. Desde el famosos espeto malagueño, pasando por las sardinas al horno, en escabeche o a la plancha. También se utilizan en guisos para darles un toque de sabor característico. Incluso es común usarlas en una coca de sardinas, tanto sólo con una base de harina, muy esponjosa, como en otras cosas con una gran ración de verduras.

A nivel nutricional, las sardinas son una fuente de proteínas de calidad. Al pertenecer al grupo de los pescados azules, también aporta grasas cardiosaludables, conocidas cómo omega-3. También son ricas en vitaminas del grupo B como B2, B3, B6 y B12, así cómo A, D y E. En cuanto a los minerales, destacamos que son ricas en selenio, potasio, hierro y magnesio. En el caso de las sardinas de lata, al consumirse junto con las espinas, aumenta el contenido en calcio.

Información nutricional

Grasas13,68 g Carbohidratos9,55 g Proteínas30,45 g kCal304