Panna cotta de mango

Cómo preparar panna cotta de mango:

1.Para el coulis de mango, hidratamos 3 hojas de gelatina en agua. Mientras tanto, pelamos y troceamos el mango; trituramos los trozos hasta conseguir un puré. En una olla colocamos el azúcar, agua y el zumo de una lima. Lo llevamos a fuego medio y sin remover dejamos que se forme un almíbar.

2. Añadimos el puré de mango y removemos hasta que quede integrado, mientras llega a punto de hervor. Escurrimos la gelatina, la añadimos a la olla y removemos hasta disolver. Disponemos en los vasitos y dejamos reposar en la nevera en una posición de 45º durante 3 horas, o hasta que cuaje.

3. Para la panna cotta, hidratamos las 3 hojas de gelatina en agua. En una cazuela a fuego medio, colocamos la leche, la nata, el sirope y removemos hasta integrar. Escurrimos la gelatina, la añadimos a la cazuela y removemos hasta disolver.

4. Retiramos los vasos de la nevera con el coulis de mango y completamos con la panna cotta. Dejamos reposar unas 3 horas o hasta que cuaje. Retiramos y decoramos con unos cubitos de mango, unas hojas de hierbabuena y… ¡a disfrutar!

Información adicional sobre nutrición:

Este postre es una versión del clásico flan. Es una opción sencilla de elaborar, en la que podemos mejorar la composición y buscar sabores diferentes.

Sería ideal añadir la menor cantidad de azúcar, ya que el mango le da un toque de sabor característico que no necesita endulzarse.

Tenemos un aporte de proteínas por parte de la leche, y una cantidad considerable de azúcar y sirope añadidos, que sería recomendable reducir.

Podríamos usar bebida vegetal, así como grasa de coco para tener una receta vegana. Aunque hay algo que no solemos tener en cuenta y es que la gelatina es de origen animal, aunque podemos usar agar-agar en su lugar en este caso.

Información adicional sobre el ingrediente destacado:

La panna cotta es un tipo de flan clásico de la gastronomía italiana, a partir principalmente de leche y nata. En este caso, añadimos el mango para darle un toque diferente. El mango, al igual que la mayoría de las frutas, aporta una cantidad importante de agua y fibra, así como hidratos de carbono de absorción rápida en menor medida. También es fuente de vitamina C, E y A. También es fuente de magnesio y potasio. Es una fruta que nos permite tenerla congelada e incluirla en este tipo de elaboraciones o directamente con yogur natural o vegetal.