Parrillada de carne en barbacoa

Preparación

Cómo hacer parrillada de carne en barbacoa

1. Para el acompañamiento: colocamos las patatas en mitades sobre una lámina de papel de aluminio* y añadimos mantequilla y pimienta. Cerramos y colocamos en la barbacoa para que se vayan cocinando 40 minutos aproximadamente.
   

2. Por otro lado, pintamos las mazorcas de maíz con mantequilla fundida y pimienta negra. Cocinamos en la barbacoa durante unos 10 minutos, girándolas de vez en cuando para que se doren por todos lados.
   

3. Para la carne en BBQ: colocamos las longanizas en la barbacoa y cocinamos hasta dorar toda la superficie. Por otro lado, pintamos los solomillos con un poco de aceite, cocinamos 4 minutos por cada lado o hasta obtener el punto deseado y terminamos con un punto de sal gruesa.
   

4. Para las brochetas, montamos cubos de pollo con porciones de cebolla morada y pimientos rojo, verde y amarillo intercalados entre sí. Pintamos con aceite de oliva, sal y pimienta y cocinamos por cada lado.

5. Para el alioli casero: machacamos el ajo con un poco de sal en un mortero y vamos añadiendo aceite en hilo hasta obtener la textura deseada. Disponemos la carne en una tabla o bandeja, acompañamos con patatas, mazorcas, alioli y… ¡listo para disfrutar!

INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE NUTRICIÓN:

Os proponemos un ejemplo de cómo preparar una parrillada para familiares y amistades. Recomendamos acompañar esta comida de una buena ración de verduras, tanto en forma de ensaladas cómo verduras a la parrilla. Tenemos un aporte de hidratos de carbono por parte de las patatas, junto con el aporte de las mazorcas de maíz. La ración de proteínas la aportan de los 3 tipos distintos de carnes. Es una receta apta para personas con celiaquía, aunque deberíamos revisar las etiquetas para confirmar que no podamos contener trazas de gluten.

Información adicional sobre el ingrediente destacado

En una barbacoa, los ingredientes principales son diferentes tipos de carnes. Lo importante de estas elaboraciones es elegir cortes magros frescos o congelados de buena calidad. También sería recomendable que el consumo de carnes rojas y procesadas sea esporádico. En este caso, tenemos cortes magros y de calidad como los solomillos y las pechugas de pollo, y carnes procesadas como las longanizas, que deberían ser de consumo menos frecuente. Todas las opciones aportan proteínas de alto valor biológico, así como vitaminas del grupo B, el citado hierro y minerales como zinc, fósforo y potasio.