Patatas viudas

Patatas viudas image
Dificultad Fácil
Preparación 15 min
Cocción 25 min

Ingredientes

4 raciones
    • 800   g patatas
    • 2   uds dientes de ajo
    • 1   ud cebolla
    • 500   ml caldo de verduras
    •   pimentón
    •   azafrán
    • 1   hoja laurel
    •   sal
    •   pimienta negra
    •   aceite de oliva virgen extra

Preparación

    CÓMO PREPARAR PATATAS VIUDAS
  1. Picamos muy fino el ajo y la cebolla. En una cazuela a fuego medio, vertemos un poco de aceite de oliva y pochamos la cebolla junto con el ajo. Mientras tanto, pelamos y cascamos las patatas, rompiendo de a trozos con la ayuda de un cuchillo.

  2. Añadimos las patatas a la cazuela, removemos y dejamos rehogar un par de minutos. Agregamos el pimentón y removemos, sumamos el azafrán, la hoja de laurel y vertemos el caldo.

  3. Salpimentamos y removemos suavemente. Subimos el fuego y esperamos que el guiso rompa el hervor, en ese punto bajamos el fuego a bajo y cocemos durante unos 15 minutos tapado.

  4. Pasado el tiempo, pinchamos una patata para controlar si están cocidas, en caso de que no dejamos unos minutos más. Servimos en el plato que más nos guste, decoramos con una hoja de laurel y… ¡a disfrutar!.

  5. INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE NUTRICIÓN:

    ​​Este plato, nos permite cocinar un plato ideal para tener una ración para varios días. Además, la podemos combinar con la ración de proteínas que queramos. Tenemos una ración de hidratos de carbono por parte de las patatas, junto con grasas saludables del aceite de oliva. La ración de verduras no es muy representativa, por lo que deberíamos añadirla, por ejemplo, en forma de ensalada de primero. Es una receta apta para personas con celiaquía, que podemos servir acompañada de opciones como un pescado al horno, así como guisantes o garbanzos cocidos, teniendo así una receta vegana.

    Información adicional sobre el ingrediente destacado:

    El ingrediente principal de esta receta es la patata. Este tubérculo, es una de las opciones más versátiles en gastronomía, ya que se pueden añadir a infinida de platos como guisos, hervidos o al horno. Es una fuente de hidratos de carbono de absorción lenta, pudiendo ser también fuente de fibra si las horneamos con piel. Si las dejamos enfriar, obtenemos un almidón resistente, que puede ser una opción interesante para mejorar nuestro microbioma. Es también, fuente de minerales como potasio o magnesio, así como vitaminas como B6 o B9.

Información nutricional

kCal 193
Proteínas (g) 3.6
Carbohidratos (g) 33.1
Grasas (g) 5.38