Pollo con orejones y ciruelas

Preparación

Cómo preparar Pollo con orejones y ciruelas:

1. Para el pollo con orejones y ciruelas: cocinamos el pollo en una olla amplia con un poco de aceite hasta dorar por todos los lados. Reservamos los contramuslos y añadimos setas en láminas y ajo y cebolleta picados. Rehogamos.

2. Incorporamos ciruelas, orejones, sal, pimienta negra, canela, clavo, pimentón, nuez moscada, jengibre, cúrcuma y amaretto y rehogamos el conjunto. Añadimos caldo y los contramuslos reservados y dejamos cocinar durante 30 minutos aproximadamente. Retiramos las porciones sólidas del guiso.

3. Mezclamos la harina fina de maíz con un poco de agua y lo incorporamos poco a poco a la olla removiendo hasta obtener la textura deseada. Reincorporamos los contramuslos y verduras retirados y removemos hasta integrar de nuevo el conjunto.

4. Para la crema de castañas: cortamos las castañas a la mitad y las horneamos a 200º durante 30 minutos aproximadamente. Las pelamos con cuidado y trituramos junto con un poco de aceite, bebida de avena, sal y pimienta. Disponemos el pollo en el plato que más nos guste junto con la salsa, acompañamos de crema de castañas y…¡listo para disfrutar!

Consejos para preparar Pollo con orejones y ciruelas:

En este caso hemos cocinado las castañas en el horno pero también podríamos hacerlo en el microondas, sartén y/o freidora de aire. En cualquier caso seguiríamos el mismo proceso de realizar incisiones en la castaña y cocinaríamos durante 3 minutos aproximadamente en el microondas con tapa, unos 25 minutos en la sartén y del mismo modo que en el horno en la freidora de aire. Podemos elegir la opción que más nos convenga.

Hemos elaborado las castañas en formato de crema para acompañar el plato, pero también resultan una excelente guarnición enteras o cortadas. Podríamos incluso añadirlas en el propio guiso de pollo si así lo preferimos.

Utilizamos la harina fina de maíz para darle textura a la salsa del guiso, podemos variar las proporciones en función del punto de espesor que queramos. También podemos rebajarlo con más caldo si vemos que se nos queda más denso de lo deseado.

Con las ciruelas y los orejones conseguimos un guiso con un toque dulce delicioso. Podemos utilizar esta misma receta para hacer o acompañar otras elaboraciones. Incluso si quisiéramos hacer esta receta vegana no tendríamos más que sustituir el pollo, en su lugar podríamos acompañar un arroz o utilizar tofu por ejemplo.

Información adicional sobre nutrición:

Esta es una buena receta para poder cocinar más cantidad para varios días. Podemos hacer más cantidad de este plato o aprovechar el uso del horno para cocinar otros días. A nivel nutricional, tenemos una receta completa ya que tenemos una base de verduras junto con una fuente de proteínas. Podríamos añadir alguna fuente de hidratos de carbono para tener un plato más denso a nivel nutricional, por ejemplo, añadiendo patata o boniato y aprovechando el uso del horno. Aunque tenemos un aporte de verduras en el plato, sería recomendable tener un primer plato donde incluyamos una ración mayor. Por ejemplo, una ensalada o crema de verduras. También podríamos añadir más verdura por ración cocinada en el mismo plato.

El pollo aporta una fuente de proteínas de calidad en el plato, podríamos usar soja texturizada gruesa o tofu, para tener una receta vegana.

Tenemos una receta sin gluten, por lo que es apta para personas con celiaquía, aunque siempre es recomendable revisar las etiquetas por si algún alimento pudiera contener trazas.

Información nutricional sobre el ingrediente destacado:

Se suele recomendar el consumo de carnes blancas por delante de las rojas para un consumo frecuente. Dentro de estas carnes blancas, la que más se consume es la de pollo. Tiene la ventaja de tener un sabor neutro que se adapta a infinidad de sabores y recetas. Se puede cocinar a la plancha, en guisos, o al horno, tal y como hacemos en esta receta. El contenido en grasa de la carne de pollo es bajo. En esta receta, deberíamos retirar la piel una vez horneada para que siga siendo así.

Es una fuente de proteínas de alto valor biológico, junto por aportar vitaminas del grupo B como B6 o niacina y minerales como el selenio y fósforo.