Quiche de brócoli
Ingredientes
-
- 1 ud masa quebrada
- 1 ud cebolla
- 150 g jamón serrano
- 4 uds huevos
- 250 ml nata para cocinar
- 150 g queso cheddar
- nuez moscada
- sal
- pimienta blanca
- aceite de oliva virgen extra
Preparación
Cubrimos un molde de tarta con una lámina de masa quebrada. Ajustamos los bordes, pinchamos la superficie con un tenedor y horneamos a 200ºC durante 10 minutos. Reservamos.
Para el relleno, cocemos los ramilletes de brócoli en agua hirviendo durante 5 minutos. Retiramos y añadimos en un bol con agua y hielo para cortar la cocción.
En una sartén con aceite, rehogamos la cebolla picada y añadimos el jamón, el brócoli, sal y salteamos durante un par de minutos. En un bol mezclamos los huevos e incorporamos la nata para cocinar, el queso, la nuez moscada y salpimentamos.
Cubrimos la masa quebrada precocinada con las verduras y el jamón, y vertemos la mezcla de nata y huevo por encima. Horneamos a 180º durante 30 minutos. Retiramos del horno y dejamos reposar 10 minutos antes de cortar y… ¡a disfrutar!
Si queremos tener una receta sabrosa, que incluya verduras, y no sea muy difícil de elaborar, uno de los alimentos que nos viene a la cabeza es esta quiche. Tenemos una fuente de hidratos de carbono por parte de la masa quebrada, junto con un aporte de proteínas por parte de los huevos y el jamón. También tenemos grasas saludables por parte de la nata y el aceite de oliva. Esto hace que sean elaboraciones muy densas, por lo que debemos utilizar raciones individuales y no muy grandes. Tenemos también una buena ración de verduras, aunque siempre recomendamos que acompañemos este tipo de platos con una fuente de verduras, por ejemplo, usando una ensalada o crema de verduras de primero.
La base de esta receta es la masa quebrada, pero podemos destacar el brócoli como ingrediente destacado. Puede que sólo se use en cocina cocinándolo hervido, pero nos da una infinidad de opciones, algunas tan sorprendentes como usarlo para la base de una pizza, o hacer con él un falso cuscús. A nivel nutricional, es un alimento con un alto contenido en agua y fibra, así como vitamina A y C. También es una fuente de hierro, fósforo, magnesio y calcio, así como rico en una sustancia llamada quercitina que ayuda en procesos antiinflamatorios. Como vemos es una de las mejores opciones, al igual que el resto de verduras y hortalizas, para incorporar en nuestros menús de manera habitual.