Sopa de marisco

Preparación

Cómo preparar sopa de marisco

1. Cocemos los mejillones al vapor con el vino blanco y una vez abiertos los sacamos de sus conchas. Reservamos mejillones con concha para emplatar y guardamos el caldo de cocción. Pelamos las cigalas y reservamos sus cáscaras.

2. En una sartén con aceite de oliva, salteamos las cigalas peladas. En la misma sartén, cocinamos las almejas hasta que estas se abran. Reservamos. Añadimos aceite a la sartén y sofreímos la cebolla, el ajo y el puerro picados.

3. Añadimos pimentón dulce, pimentón picante, perejil y sal y reservamos. En una olla con aceite doramos las cáscaras de cigalas reservadas. Añadimos el fumet de pescado y el caldo de mejillón. Colamos y trituramos junto con el sofrito reservado.

4. Incorporamos a la olla los mejillones sin cáscara, las cigalas y las almejas, y dejamos cocinar 10 minutos. Servimos en un plato hondo, decoramos con mejillones enteros y… ¡a disfrutar!

Consejos para preparar sopa de marisco

Para cocer los mejillones al vapor, los introducimos en una olla con el vino blanco y tapamos hasta que se abran. Elegimos una olla amplia ya que los mejillones necesitan espacio para poder abrirse.

Para limpiar los mejillones usaremos unas tijeras para cortar las barbas y un estropajo de aluminio para frotar la concha y retirar cualquier resto de suciedad.

Para dar más sabor al caldo y no tirar nada, podemos usar las peladuras de las cigalas para dar más sabor al caldo de pescado. Calentamos el caldo con las cáscaras de cigala durante al menos 15 minutos y colamos.

Si queremos convertir este plato en un principal, una buena idea es añadir al caldo colado fideos, pasta para sopa o arroz cocer el tiempo indicado en el paquete.

Información adicional sobre nutrición

Uno de los platos típicos de nuestra gastronomía son las sopas, y dentro de ellas, tenemos muchas versiones diferentes. En este caso, tenemos una sopa de mejillones, en la que no incluimos el famoso fideo característico de estos platos, aunque se podría añadir sin problemas.

Al no incluir una ración de hidratos, hace que tengamos un plato un poco menos denso a nivel calórico. Lo ideal, incluyamos fideos o no, sería que acompañemos el plato con una buena ración de verduras. A nivel nutricional, tenemos una buena ración de proteínas, tanto por los mejillones, cómo por las cigalas y almejas. Tenemos que tener presente que el vino, no se evapora por completo durante la cocción, por lo que se debería evitar este tipo de platos en mujeres embarazadas y en los más pequeños de la casa.

A priori, es un plato en el que ningún alimento puede contener trazas o gluten, por lo que sería un plato apto para personas con celiaquía, aunque no estaría de más revisar las etiquetas para cerciorarse. Si añadimos fideos, podemos usarlos de arroz o una versión sin gluten.

Podemos hacer este plato incluyendo legumbres y tofu, junto con algún tipo de alga, para que mantenga un sabor parecido. En gastronomía las algas se usan para imitar sabores marinos, por lo que si se añaden a fuentes de proteínas veganas podemos tener un sustituto adecuado para mantener la idea inicial del plato.

Información nutricional sobre el ingrediente destacado:

Los mejillones son uno de los moluscos más conocidos y consumidos en España. Aunque la cocción al vapor es la más usada, también pueden cocinarse en salsa, en escabeche, así como rellenos, a la marinera o acompañando un plato de pasta tipo espaguetis con mejillones. También tenemos el recurso de usarlos en conserva.

A nivel nutricional, son una fuente de proteínas de calidad, siendo un producto no muy calórico. Son ricos en vitamina A, B9, C y vitamina B12. También son ricos en selenio o magnesio. Aunque su contenido graso es bajo, son una de las fuentes más rica en ácidos grasos omega-3.

Se suele asociar el marisco a problemas derivados con el ácido úrico. Es importante que en casos en los que exista una patología relacionada, se debe limitar su consumo al igual que los embutidos, carnes procesadas o el consumo de alcohol.

Tenemos que tener en cuenta, en este aspecto, que es un producto generalmente de un precio medio-alto, que no se suele consumir generalmente ni en grandes cantidades, ni con mucha frecuencia, pero por el contrario las otras opciones que comentábamos si se suelen consumir con más frecuencia y no se destaca tanto su papel en este tema.