Preparación
- Cómo preparar unos buñuelos de calabacín
- Para la salsa, en un cuenco mezclamos el yogur junto con la mostaza, la mayonesa, la miel y una pizca de sal. Integramos los ingredientes y reservamos en frío.
- Para los buñuelos, en una sartén con aceite sofreímos la cebolla picada y reservamos. Rallamos un calabacín y lo disponemos sobre un colador con un poco de sal para retirar el exceso de agua.
- Mientras tanto, en un bol añadimos huevos, sal, pimienta y removemos hasta integrar. Vertemos el calabacín bien escurrido, la cebolla sofrita, el queso fresco desmenuzado, la harina fina de maíz tamizada, la levadura y mezclamos.
- Cogemos pequeñas porciones de masa con unas cucharas y las disponemos en la sartén con aceite de oliva. Freímos los buñuelos, de ambos lados hasta que estén dorados. Los retiramos y los colocamos sobre papel de cocina absorbente. Colocamos los buñuelos en un plato acompañados de su salsa y… ¡a disfrutar!
INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE NUTRICIÓN: Existen elaboraciones que pueden ser la base de platos tanto dulces cómo salados, y los buñuelos son una de esas opciones. Aquí os dejamos una versión salada ideal para aperitivos o entrantes para comidas y cenas. A nivel nutricional, tenemos una fuente de hidratos de carbono por parte de la harina de maíz, así como proteínas de alto valor biológico por parte del yogur, los huevos y el queso fresco. Al usar una harina de maíz, tenemos una receta apta para personas con celiaquía, aunque deberíamos revisar que ningún ingrediente pueda contener trazas de gluten. Si queremos que este sea un plato principal, debería ir acompañado de una ración mayor de verduras.
Información adicional sobre el ingrediente destacado: En esta receta, el ingrediente principal es el calabacín. Al igual que otras verduras, nos permite utilizarlo en infinidad de recetas, incluso podemos hacer alternativas dulces como un brownie con calabacín y chocolate. A nivel nutricional, podemos destacar que es una verdura muy rica en agua, que aporta una ración pequeña de hidratos de carbono. Es también fuente de vitamina C y A, aportando pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B como B9, así como minerales como fósforo, magnesio y calcio.